Almendra
Proporciona protección a la piel y restaura su equilibrio naturalUn festín para los ojos
Un suntuoso mar de flores en blanco y rosa: el florecimiento anual de los árboles de almendras es una verdadera fiesta para los ojos. Hace más de 4.000 años que la gente cultiva este gran árbol. Se encuentra particularmente en el Mediterráneo, en California, pero también en Asia Oriental y Central. La naturaleza de la almendra mantiene una relación armoniosa entre la cáscara protectora del exterior y el cuesco robusto, rico en aceite y nutrientes, en su interior.
Lleno de ingredientes saludables
La almendra está llena de minerales y vitaminas. Proporciona ácidos grasos insaturados, proteínas de alta calidad y además sabe delicioso. Por lo tanto, no sorprende que la almendra sea un favorito para el cuidado de la piel. Hoy en día, nuestro órgano sensorial más grande está expuesto a todo tipo de dificultades: influencias ambientales, estrés y una dieta desequilibrada entre ellos. Es por esto que puede volverse sensible, seca e irritada. El aceite de almendra es uno de los aceites más valiosos para ayudar a calmar la piel irritada, envolviéndola con una capa protectora.
Como el aceite de almendra es similar en estructura a las capas externas de lípidos de la piel, ésta puede absorberlo perfectamente. El alto contenido de ácidos grasos insaturados no solo es saludable para el corazón y el cerebro, sino que también fortalece el manto hidro-lipídico de la piel y la protege de la pérdida de agua. La vitamina E en la almendra es un antioxidante conocido que combate los radicales libres, ayudando a contrarrestar el proceso de envejecimiento de la piel. La piel irritada está bien protegida y puede recuperarse y encontrar su camino de regreso a la belleza natural.