Iris
Mantiene el equilibrio de hidratación de la pielLa planta de Iris tiene una larga historia como planta ornamental, pero sus propiedades como planta medicinal también se conocen desde la antigüedad. El iris incluso recibió un honor real: adorna el famoso escudo de armas de la casa real francesa de Borbón. Para nosotros, el iris también ha demostrado durante muchos años una habilidad extraordinaria: su rizoma vigoroso puede retener la humedad tan bien que las plantas del iris permanecen equilibradas incluso en períodos de extrema humedad o sequía.
El iris mantiene cuidadosamente el equilibrio hídrico a través de un proceso constante de generación, recolección, retención y almacenamiento de humedad. Contiene mucílago que retiene agua y sustancias absorbentes como azúcar y almidón en el rizoma (raíz). Sin embargo, la estructura de las hojas y el tallo es tal que el iris se adapta bien en momentos de demasiada agua, gracias a su forma simple, austera, aerodinámica y vertical y al diseño único arquitectónico de sus flores.
Para la piel joven
Por lo tanto, el iris es un modelo ideal para la piel cuando se trata de regular el contenido de humedad, y es por esto que el iris conviene tan bien para la piel de los adultos jóvenes. Cuando la piel normal, sana y joven es sedosa, firme, rosada, no demasiado grasa y no demasiado seca, se debe a un equilibrio perfecto entre una humedad óptima y una apariencia impecable. Sin embargo, la historia de nuestra vida está llena de cambios en la etapa de los 20 años: los adultos jóvenes se mantienen por sí solos, prueban la vida en todas sus facetas y suman nuevas experiencias. Estos cambios también se reflejan a menudo en la piel, particularmente durante los intensos años de experimentación entre los 21 y 28. Durante esta etapa, la piel está sujeta a situaciones extremas y como resultado, puede quedar sensible, seca, sucia y propensa a la inflamación.
Un maestro del balance
Aquí es donde encontramos semejanzas con el iris: los humanos tienen una habilidad superior para equilibrar las funciones regenerativas y degenerativas en cada órgano. De igual forma, el iris, gracias a sus sustanciales fuerzas creadoras y formadoras de humedad, es un verdadero maestro de los equilibrios extremos. Su belleza, luminosidad y longevidad dependen de su extraordinaria capacidad para equilibrarse, al agregar o retener la humedad según sea necesario. En combinación con el aceite de jojoba y el hamamelis calmante, regula la piel de manera saludable, por lo que el contenido de humedad puede equilibrarse y la piel joven recupera su aspecto naturalmente hermoso.