Medicina antroposófica
La medicina antroposófica representa un buen ejemplo de la “Medicina Integrativa” como se define en el Consorcio del Centro Académico de Salud para la Medicina Integrativa.
La práctica de la medicina integrativa
En Weleda creemos y practicamos la medicina antroposófica, un sistema que fue desarrollado en 1920 y ha ganado un nivel superior de aceptación en la sociedad Europea. Sistema de medicina que apoya y complementa la medicina convencional, la antroposofía toma un enfoque holístico usando tanto medicamentos convencionales como antroposóficos.
El enfoque terapéutico y la selección de productos medicinales y otras terapias es altamente individualizado para cada paciente, apuntando a generar un proceso de desarrollo, el cual reforzará su capacidad de autocuración natural.
Historia
El concepto de antroposofía fue desarrollado por el filósofo austriaco Rudolf Steiner (1861-1925) y explora hasta qué punto una persona ha alcanzado conciencia de su vida interior y vive en armonía con el mundo natural y social que la rodea.
La doctora holandesa Ita Wegman (1876-1943), cofundadora de Weleda, influyó aún más en el desarrollo de la medicina antroposófica. El sistema está basado en los resultados de la medicina orientada científicamente (también llamada "convencional"), y el conocimiento y los métodos de la antroposofía. Es una medicina integrativa que no se identifica como "medicina alternativa". Como parte de esta gama de sistemas terapéuticos especiales, la cual también incluye homeopatía y medicina herbal, la medicina antroposófica apunta a desaroollar la medicina convencional mediante el uso de de métodos terapéuticos específicos y medicamentos.
Los principios de la medicina antroposófica
La medicina antroposófica siempre comienza con un diagnóstico convencional, pero el médico o terapeuta no se guía simplemente por los síntomas de una enfermedad. En cambio, se examinan los aspectos psicológicos, mentales y espirituales de la experiencia del paciente, la capacidad de autocuración y la capacidad de desarrollo continuo.
El puente entre el elemento físico y emocional en el diagnóstico y el tratamiento es solo uno de los principios fundadores únicos de la medicina antroposófica. Además, el médico o terapeuta observa la personalidad y características completas del paciente, incluidos los aspectos de la constitución física y el lenguaje corporal: flujo de movimiento, tipo de apretón de manos, patrones de sueño, intolerancia al calor y al frío, respiración y ritmos físicos.
El ser humano es visto y entendido en cuatro planos:
1) El plano material o físico, examinable física o técnicamente como en la medicina convencional
2) El plano de las fuerzas de la vida, o la vitalidad del individuo
3) El plano mental, que se puede entender como el reino psicológico o emocional
4) El plano individual: la individualidad espiritual o el carácter de la persona, a veces conocido como el ego
Al crear un historial médico detallado y tomar la elección resultante de medicación individualmente adaptada, la cooperación entre el médico y el paciente es esencial para la recuperación. La recuperación es un proceso colaborativo en el que el médico incluye al paciente en cada paso y en el que el paciente participará activamente.
Manufactura
Los medicamentos antroposóficos se manufacturan según los principios y procesos farmacéuticos antroposóficos, algunos de los cuales comparten con la homeopatía, mientras que otros son procesos no homeopáticos que reflejan la interrelación entre las personas y el mundo de la naturaleza. Su manufactura se rige por los estándares de las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) y su calidad está controlada por los criterios y parámetros de las farmacopeas oficiales.
