Perfil botánico del Edelweiss

Las hojas de la planta de edelweiss (Leontopodium alpinum) forman una roseta basal en el suelo rocoso. Uno o más brotes de flores sin ramificar crecen fuera de la roseta, unos 10 a 20 cm de alto. Estos tallos, cada uno de los cuales termina en una flor, están cubiertos de pelos blancos difusos, al igual que todas las otras partes de la planta que se encuentran sobre la tierra.

Además de la roseta basal, la planta tiene hojas estrechas y lanceoladas que están dispuestas de forma uniforme a lo largo de los tallos peludos. Las hojas pueden crecer hasta 5 cm de largo y 8 mm de ancho.

El edelweiss pertenece a la familia de plantas con flores compuestas. Su inflorescencia está rodeada por 5 a 15 brácteas en forma de estrella. Esta flor blanca de pelo lanoso, considerada un hito de los Alpes suizos, es sin embargo, solo una flor fingida. Las flores reales se agrupan en el centro de la estrella. Aquí, de 2 a 12 cabezas florales en forma de copa contienen pequeñas florecillas tubulares de color blanco amarillento.

La planta subalpina a alpina crece en roca y pedregal, así como en suelos calcáreos y pedregosos a altitudes de 1.500 a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Prefiere la exposición del sur. Edelweiss está bajo estricta protección de la naturaleza y no puede ser recolectada como planta silvestre. Para la producción del extracto de edelweiss utilizado por Weleda, las plantas se cultivan en Suiza a una altitud de más de 1.500 metros. Las plantaciones de edelweiss se plantan a partir de plántulas.

Las partes de la planta que se encuentran sobre su superficie se usan para producir el extracto. El extracto transparente de color ámbar a marrón contiene ácido edelweiss y otros ácidos fenólicos, así como flavonoides. Gracias a sus propiedades antioxidantes y cuidado de la piel, el extracto de edelweiss es ideal para productos de protección solar.